Nocode: la venganza de la profesión contra la técnica
A las empresas rara vez les faltan buenas ideas. Pero una buena idea, si no se aplica, no tiene ningún valor real. Centrados en el time-to-market, los equipos de negocio de las grandes empresas innovan constantemente para seguir la aceleración del mercado. La necesidad de aplicaciones y software se dispara gracias a sus ideas. Pero, ante la falta de recursos informáticos para poner en práctica estas buenas ideas, la innovación se estanca. Para remediar este problema, ya es hora de cambiar de paradigma y de metodología.
Hacia una nueva cultura del software
En un mundo de innovación omnipresente, vemos un verdadero problema de cultura empresarial. Algunas grandes empresas pueden tardar años en adoptar las mismas tecnologías que entusiasman a las startups. Mientras que una startup tarda unas semanas de media en adoptar una nueva herramienta informática, en una gran empresa se tarda varios meses o incluso años. Este desfase puede explicarse en parte por la presencia histórica de una cultura del software de seguridad muy fuerte. Aunque no hay que descuidar la seguridad, es esencial dejar espacio a una cultura de software creativa.
Conscientes de este problema, muchas grandes empresas han introducido en sus organizaciones el pensamiento de diseño, que permite una mayor creatividad en los equipos. Este método de gestión de la innovación da lugar a un sinfín de nuevas ideas que, con demasiada frecuencia, no tienen la oportunidad de ponerse en práctica por falta de recursos informáticos. Algunas empresas han optado por implantar fábricas de startups para acelerar la innovación, pero este movimiento sigue siendo demasiado tímido.
La revolución cultural hacia una visión más creativa e innovadora del software se ve frenada con demasiada frecuencia por obstáculos técnicos que provocan una serie de frustraciones en los equipos empresariales, cuyo día a día gira en torno a la innovación y la aceleración de los plazos de comercialización.
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Fricción en la línea entre los equipos empresariales y técnicos
La necesidad de aplicaciones y software, tanto para uso interno como externo, se dispara y los equipos técnicos están bajo presión, sobre todo debido a las dificultades de contratación relacionadas con la falta de desarrolladores disponibles. Al mismo tiempo, los equipos empresariales se centran más que nunca en la innovación y la creatividad continua. Esta situación crea tensiones entre estas dos profesiones. Se crea frustración por ambas partes mientras que la empresa, al mismo tiempo, "duerme" sobre una reserva de ideas potencialmente creadoras de valor. En unos mercados cada vez más competitivos y cambiantes, con una creciente necesidad de innovación, esto es contraproducente.
La dirección debe adaptarse a esta nueva realidad. No olvidemos que hoy en día sólo el 0,3% de la población mundial sabe programar, por lo que ya no es posible asignar la responsabilidad de todas las necesidades de creación de software únicamente al departamento de TI. Es necesario cambiar el paradigma y entrar en una nueva era.
El método ágil: una ecuación hasta ahora incompleta
En los últimos 30 años, la innovación en las grandes empresas se ha conseguido gracias a la adopción de Agile. Pero esto ya no es suficiente, porque ágil o no, se necesitan desarrolladores para poner en marcha los proyectos, y es precisamente este recurso técnico el que falta en las empresas.
Aunque el método Agile es el más adecuado para el desarrollo de aplicaciones y software, muchas empresas se están dando cuenta de que no puede satisfacer todas las necesidades de innovación. Para que sea una palanca de éxito, la ecuación debe integrar : Design Thinking + Método Ágil + Nocode.
👉 ¿Qué es la gestión de proyectos Nocode?
La empresa tiene que reconocer que los equipos de negocio son un activo importante en la creación de aplicaciones -y por tanto de valor- porque son los que entienden la complejidad del sector en el que operan. Sin embargo, es necesario enseñarles técnicas como la abstracción , que les permitirá diseñar aplicaciones a través de soluciones Nocode sin necesidad de conocimientos de programación. Mientras que aprender código lleva entre 2 y 5 años, la abstracción y Nocode sólo requieren unos meses gracias a una curva de experiencia mucho más corta.
Esta ecuación reequilibrará las relaciones en la empresa. Por un lado, los equipos empresariales recuperarán el control de sus ideas al poder aplicarlas de forma independiente. Por otro, los equipos técnicos se verán aliviados para centrarse en los proyectos más técnicos.
Buscar pepitas ocultas en su empresa
La adopción de esta nueva ecuación requiere la identificación de perfiles prometedores dentro de la empresa; aquellos que trabajan en la sombra de las TI, es decir, que implementan herramientas informáticas sin la aprobación de su dirección o del departamento de TI, son los candidatos con mayor potencial.
Los empleados que se dedican a las TI en la sombra sólo tienen un deseo: trabajar con más eficacia y aportar más rendimiento a su empresa. Antes considerados "rebeldes" frente a los métodos más tradicionales de la empresa, ha llegado el momento de darles protagonismo y valorar su saber hacer.
Son un punto fuerte para la empresa. Además de tener un deseo real de participar en el desarrollo de aplicaciones para mejorar su vida cotidiana, serán capaces de integrar rápidamente el concepto de abstracción. Deben convertirse en los "constructores", los que difundirán el mensaje internamente a través de su entusiasmo y creatividad, para facilitar el cambio y la adopción de nuevas soluciones.
Las herramientas N ocode no deben verse como simples añadidos para facilitar la vida cotidiana, sino como superpoderes para aumentar la productividad individual y colectiva. La combinación del método "Design Thinking, Agile Method y Nocode" es, pues, un trampolín para que el negocio se desquite de la técnica y desbloquee la innovación en las empresas.